¿Cómo se organizan las bolsas del mundo?
Ivan Rosquellas, 6 de mayo de 2025
Hace solo treinta años, cada ciudad que tenía una bolsa funcionaba de forma independiente, con los "brokers" gritando si querían comprar o vender alguna acción. Obviamente, sólo se podían negociar las acciones que estaban listadas en esa bolsa concreta. De hecho, hasta 2006 las bolsas de Madrid, Barcelona y Bilbao funcionaban de manera independiente. ¡Al loro!
Introducido a finales de los 80 y adoptado globalmente durante los últimos años del siglo XX, el "trading" electrónico se erigió en la forma más eficiente de ejecutar las transacciones. La evolución ha sido meteórica y ha permitido que, desde tu casa, puedas comprar o vender acciones de bolsas de todo el mundo en cuestión de milisegundos, con sólo pulsar un botoncito (espóiler: ¡es tan fácil hacerlo como perder tu dinero!).
NYSE: el gigante de Wall Street
La más famosa e importante en la actualidad es el New York Stock Exchange (NYSE), situado en Wall Street. Allí se negocian empresas míticas como Coca-Cola o Disney y es la que mueve más dinero en todo el mundo.
Desde 2018, en el NYSE se pueden negociar valores listados en otros "exchanges", como el NASDAQ. Esta bolsa es totalmente electrónica y es el sitio preferido de las empresas tecnológicas como Tesla, Amazon o Netflix. Es más joven e innovadora que el NYSE y suele ser más volátil, tanto en las bajadas como en las subidas.
Euronext: la gran familia europea
Es la gran bolsa europea, con sede en Amsterdam (la más antigua del mundo), que une ciudades como París, Madrid, Lisboa o Milán en una sola plataforma. Como en el resto de bolsas, todas las órdenes de compra y venta se creen en un libro electrónico y las transacciones se ejecutan de forma instantánea (siempre que quien quiera comprar encuentre a alguien que quiera vender, por supuesto).
¡Todas conectadas!
Hay otros muchos mercados repartidos por el mundo: el Shanghai Stock Exchange en China, el Tokyo Stock Exchange en Japón o la B3 de São Paulo, en Brasil. ¡No te las acabarás!
¿Y qué ganas tú?
Libertad. Ya no dependes de tu banco (que, además, te crujirá a comisiones), sino que puedes escoger la acción que quieras, de la bolsa que quieras y negociarla en el momento que quieras. Esto es fantástico para poder diversificar tus ahorros, pero al mismo tiempo puede ser paralizante, ¿no?